“El Gran Acuerdo Nacional” que nuestro presidente Gustavo Petro -aún sonrío cuando pienso que esto es una realidad-, ha construido; hace que este 20 de julio no sea como cualquiera, sino que materializa la posibilidad de construir un futuro digno, justo y próspero.
Este nuevo Congreso, que inicia sus actividades, es producto de un mandato popular al cual le debemos lealtad. Iniciamos labores dentro del rumbo que nos marcó el electorado el pasado 19 de junio, por una Colombia emprendedora, justa, libre, industrializada, en PAZ, donde la concertación y el diálogo serán parte de la ruta de trabajo que debemos tejer en el ejercicio legislativo y que aprobaremos en leyes para lograr los cambios profundos que necesitamos todas y todos.
Hoy hacemos un llamado a las FFAA de nuestro país, como lo escribió alguna vez mi padre a mi abuelo, cuyo legado de rectitud y transparencia, como Almirante de la República, hasta hoy nos acompaña: “Siempre y cuando en las Fuerzas Armadas, en todos los rangos y jerarquías, haya quien mantenga encendido el fuego de la nacionalidad y el respeto a la ley y nuevos hombres se opongan, con inteligencia, energía y organización, a quienes pretenden desempeñar al país por los abismos de la dictadura, el terror, la dependencia nacional y el oprobio ciudadano” podremos construir un destino en conjunto.
Mi compromiso es inquebrantable, al igual que el de mi padre Carlos Pizarro León Gómez, él, siempre buscó el progreso, la paz y la equidad; toda su lucha quedó plasmada en los acuerdos que firmó el 9 de marzo de 1990 en Caloto, Cauca.
Presidente Gustavo Petro, sienta usted nuestra profunda admiración, acompañamiento y trabajo decididos para lograr el cambio requerido; sus propuestas de igualdad y paz serán el faro que guie nuestro camino. Haré mi trabajo de forma decidida, honrando el compromiso hecho en las calles con el electorado, que cree y espera un mañana promisorio en el país que anhelamos.