Debo admitir que nunca le había prestado atención a la retórica del congresista Miguel Uribe Turbay, un político que pese a su corta edad tiene una amplia experiencia y al parecer también un perfecto don para la tergiversación. Me pregunto ¿estamos frente a un Fouché en potencia o a un brillante gerente comercial?
No deja de sorprenderme; me sorprendió también su insistencia en la lógica y la razón a la hora de hablar de un tema tributario y que sus argumentos estuvieran tan poco soportados en cifras, datos y estudios, entrando más en la lucha por los likes que en la razón y la lógica.
Pero entremos en materia:
Primero, el senador afirma “es inexplicable que quienes gobiernan e incendiaron el país para evitar una tributaria hoy hagan lo mismo para apoyar la de ellos”, una comparación simple que ignora que entre la tributaria del Gobierno Duque y la del hoy Presidente Petro hay diferencias gigantescas. Mientras Duque quería imponer IVA para la canasta familiar afectando los más pobres, Petro busca que los más ricos paguen lo que deben pagar.
Segundo, el Congresista pregunta “¿por qué no construir sobre el crecimiento de la economía que ha generado mayores ingresos sin aumentar las tarifas o la base de contribuyentes?”. Su pregunta tendenciosa ignora a la Misión Tributaria de Expertos, el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana y en general a las voces expertas que hablan de la urgencia de hacer una reforma tributaria en donde se amplíe la base de contribuyentes y donde haya progresividad. Seguir trabajando por el crecimiento de la economía sin redistribuir la riqueza es enriquecer a los más ricos y empobrecer a los más pobres, y esto al final no genera empleo.
Tercero, el Senador se pregunta por qué no se lucha contra la evasión, ignorando que la reforma presentada introduce avances contra esta, como la imposibilidad de pagar cuentas de más de 10 millones en efectivo y una reingeniería a la Dian. Además, estamos impulsando una modificación que el gobierno ve con buenos ojos para quitar los costos de hacer una transacción con tarjeta (GMF+Retica+RTF), acabar el “si me paga en efectivo le descuento el 10%”.
Cuarto, sin sonrojarse Uribe Turbay sostiene que “esta reforma tributaria puede llevar al cierre de 250.000 tiendas de barrio… si no hay empleo la pobreza aumentará”. El comunicado de Fenalco del que habla es, por decir poco, irresponsable, ya que tasar las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados no va a cerrar a la mitad de las tiendas de barrio y si llamaría más bien a Fenalco a que las grandes superficies, sus clientes principales, no le pidan exclusividad a los proveedores en productos saludables para que las tiendas de barrio también puedan vender estos productos.
Respecto a los alimentos ultraprocesados, el Gobierno se ha mostrado abierto a revisar la lista de estos; frente a las bebidas azucaradas, lo invito a revisar la evidencia y la regresividad desde la salud pública: 56% de nuestra población tiene sobrepeso y el azúcar causa enfermedades que además de ser muy graves le cuestan al país $1,1 billones, es decir, 3666% más que el presupuesto de inversión para apoyar a las empresas con el que cuenta iNNpulsa. No menos relevante es tener presente que las bebidas azucaradas son unos de los productos menos rentables para los tenderos, y en otros países ya han cambiado sus endulzantes por otros que no son dañinos y la población no lo ha notado.
En este punto quiero detenerme y preguntarle, ¿cuántos de los afiliados de Fenalco son realmente tenderos de barrio? Porque un tendero de barrio se gana en promedio un salario mínimo y la afiliación a Fenalco cuesta para una Pyme alrededor de $300,000, Los microempresarios no tienen como agremiarse, se lo digo desde la experiencia.
Quinto, la reforma puede mejorar, pero está lejos del panorama catastrófico que usted plantea. Además, y como no lo hizo el gobierno saliente, en esta oportunidad se han abierto los canales para mejorarla entre todos. De mi parte va a encontrar la insistencia por disminuir la tasa de impuestos a las Pyme y de forma regresiva a cinco años, a la gran empresa. También podrá ver que estoy abierta a los llamados que hagan diferentes sectores, como las Startups, que prendieron una alarma sobre la afectación a la inversión en su sector y que me llevó a plantearle al Gobierno un cambio en el texto para no afectar a los emprendedores que están liderando la revolución tecnológica en el país. También va verme insistente con la necesidad de profundizar en la solidaridad, por ejemplo, los bancos deben renunciar a sus exenciones y con ello el país podría impulsar la productividad.
Para concluir, esta reforma, que bien puede mejorar en algunos aspectos, ha sido exaltada por su progresividad, por ampliar la base, por ser construida en conjunto con la población poniendo por primera vez en primer plano la idea de justicia tributaria. Lo invitamos a unirse a la tarea de construir juntos el cambio, pero ¡sin trampas!
Publicado en La República